Fuerza Estudiantil
Era un dia normal en el comedor universotario, el movimiento político pasando por la puerta exclusiva y sentandose a degustar en cantidades "Biffet" las mejores presas de pollo con el contorno bien cocido, mientras los demás (la mayoría), esperamos la siguiente tanda para recibir cantidades "Gourmet" de cogotes y pegotes de arroz.
Tenía ya mi bandeja bien asída cuando a 5 personas de distancia de la comida se acabó la proteína y había que esperar 30 minutos más a que estuviera lista la proxima. Era habitual. En el proceso de desaburrimiento golpee la bandeja con la cuchara y detallé que tenía un tono especifico para cada compartimiento. Pedí otra cuchara e hice un redoble en intervalo de quinta justa.
No sé si fue por el ruido que hice o porque inconsientemente ese intervalo desperto las motivaciones heróicas de los comensales plebeyos, pero fue maravilloso, tanto que Lenin me habría asesinado y erigido una estatua en honor a mis aportes al proletariado. Los comunes se levantaron de sus mesas con sus bandejas llenas de desperdicio y rodearon a los despotas, les lanzaron los huesos de cogote a la cara iniciando la lucha de clases, pero no duró mucho. Ellos tenían un plan antimotines por si ésto sucedía.
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