Cronicas Callejeras - Capitulo I: El Comienzo


Todo comenzó el día viernes 12 de julio de 2002 cuando a la casa 23 de la calle 13 se había mudado una niña tan hermosa que su belleza solo era comparable con la belleza de la luna llena.
Tenia la piel tan suave como el algodón, el cabello negro como la noche, los ojos azules como el mar índigo y sus labios eran rojos como la sangre.

Tom se había mudado con su familia a esta calle el mismo día que la familia de Keisy. Ellos se habían mudado a esa espeluznante calle, una calle tan oscura que nadie salía después de las seis de la tarde, todos educados con leyendas urbanas que hacían que la piel se les erizara y el terror de salir a esas horas los invadiera. Una calle solamente iluminada por la luz de algunas casas y por el poste de luz semifuncional que se encontraba al final de esta, no habían muchos habitantes en esta calle, era completamente tétrico salir, pero a nadie le importaba, así que Tom busco sus patines y salió. Alguna clase de sonido escalofriante podía ser audible por Tom, pero el siguió patinando, de repente, de la oscuridad, de la nada, apareció Keisy en su bicicleta.

Keisy se le acerco a Tom, tan solo para saludar, pero Tom no le contestó al ver que alguien se acercaba. En la penumbra apareció otra niña, esta era dos años menor que Keisy se llamaba Veruzca, (por ahora ella no es importante…) ella, no se porqué, tenia cierta envidia de Keisy y siempre que la veía le reclamaba por cualquier cosa que se le ocurriera tan solo por molestar.

A los pocos días, una tarde lo acorralaron tres niños de su misma edad, estos eran unos "ególatras", se creían el uno mejor que el otro y además se caracterizaban por su actitud tan hipócrita y su mala conducta, ¿quien eres tu? - le preguntaron a Tom. ¿Quien quiere saber? Respondió el con voz altanera. Yo soy Jesús - respondió el primero, yo soy Edinson - dijo el segundo, y yo soy Rómulo - dijo el tercero. Me conocen como Tom - respondió el a aquellos chicos. Al final del día se divirtieron “hasta mas no poder”, jugaron hasta que la noche los tomó por sorpresa.

Al día siguiente todo fue distinto, este día Keisy volvió a salir, todos estaban admirando su belleza, Tom estaba con sus nuevos "compañeros de andanzas", ella, igual que la ocasión pasada llamo a Tom. No se que se dijeron mutuamente, pero, se que mientras sus palabras estaban suspendidas en el aire ellos se seguían mirando fijamente y Tom empezó a sentir algo que nunca había sentido, era un sensación de triunfo y derrota, de alegría y tristeza, de fuerza y debilidad, una sensación de ser el dueño del mundo y al mismo tiempo dueño de nada, Tom se había enamorado a sus escasos 12 años de edad, todo era aparentemente majestuoso.
Los amigos de Tom, al ver que la niña mas bella que hubiesen conocido había llamado a alguien tan inverosímil como Tom y no a alguno de ellos, empezaron a carcomerse de la envidia, sus almas tan oscuras tenían a su temprana edad un gran odio por una sola persona, pero Tom, un chico inocente, no sabia lo que le esperaba.

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